La consciencia desde el más allá: "Recuerda mirar debajo del agua"
- María Paulina Mejía
- 20 ene
- 2 Min. de lectura
No deja de sorprenderme y de alegrarme el confirmar, una consulta con personas que ya viven en el más allá tras otra, el que quienes han partido se dan clara cuenta de lo que en el plano físico hicieron bien; y, también, de eso que les faltó atender. De aquello que, de su comportamiento y de sus palabras, causó daño, dejó un vacío o creó temor hacia las personas y hacia la vida.
Estas almas que alguna vez habitaron un cuerpo humano saben en aquel mundo inmaterial en el que moran hoy, que dieron algo bueno a pocos o a muchos. Pero también son conscientes de todo eso que en quienes han quedado atrás se causó debido a alguna acción inadecuada, desmedida o a destiempo; a sus negligencias, a sus omisiones, a sus sobre actuaciones... A haberse negado a atender debidamente aquello que era de suma importancia, no por ganancia material y propia, sino porque había alguien más a quien se le urgía. Como es el caso de niños y niñas cuyas madres y padres miran hacia el otro lado para no tener que enfrentarse a la verdad, bien sea por cansancio, por desconocimiento o por cobardía.
Las consciencias tiene tanto que contarnos desde el más allá. Como fue el caso de esta suegra, una mujer que había fallecido ya hacía varios meses, y que se hizo presente en una mis Consultas de Comunicación con un Ser Querido Fallecido, para contarle a su nuera que ella sabía muy bien lo que le había faltado; que entendía claramente lo mucho que dedicó su vida a atender lo que estaba en la punta del iceberg de su vida, y cómo eso había afectado aspectos importantes de sus relaciones con los demás. Le aseguró que desde el más allá estaba trabajando en eso y, como consecuencia, su energía era ahora parcialmente más sutil.
Su nuera lloró, lloró mucho, pero de alegría, porque con sus palabras la buena mujer validó sentimientos que en su nuera se habían causado debido a la imposibilidad que había tenido para conectarse más profundamente con ella. Así, la nuera no solamente se fue aliviada, sino amando aún más a quien hubiese por muchos años sido su muy... muy querida suegra.
Puedes saber más acerca de esta historia viendo este video:
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