Había una vez... Pirula
- María Paulina Mejía
- hace 17 horas
- 2 Min. de lectura
Vivía ya en esta finca.
—Una fundación de perros está haciendo una "donatón" en el Parque del Ingenio —me dijo mi hija. —¡Vamos!
Acepté encantada. Nico, mi yerno, llevando a Ade, yo a cargo de Jofiela y Nova, con Romeo en brazos porque temblaba de miedo al verse expuesto al mundo exterior, llegamos al parque cargados con comida para los perros. Y ahí estaba ella.
—La dejaron en la puerta de la fundación hace un par de días —me contó la dueña.
Tenía cuatro meses de nacida. —Le pusimos Pirula —continuó diciendo la mujer, y rio. —Es que es una pura Pirula, ¿no le parece?
Pronto supe a qué se refería: la perrita, como si fuera el animal más feliz del mundo, corría de un lado a otro llevando un vejestorio de arnés color rojo que para nada le servía. Rápidamente, mi hija se dio cuenta de que le había puesto el ojo a Pirula.
—No es necesario, ma —me dijo con firmeza.
Pero, por alguna razón, yo sentía que Pirula y yo nos correspondíamos; que dejar el lugar sin ella, simplemente, no era posible. Me había enamorado sin remedio de aquella criatura saltarina y juguetona. La tomé en mis brazos y la traje a casa conmigo. Así fue como Pirula llegó a formar parte de mi pequeño y amado hogar animal.
Han pasado varios años desde entonces. Pirula parecía ser una perrita de raza pequeña, algo así como una mezcla entre Pincher y Yorkshire Terrier. Nos equivocamos todos, pues Pirula creció más de lo que habíamos esperado y se acabó convirtiendo en quien debía ser: su propia versión de ella misma.
...
Gracias por acompañarme en esta entrada.
Hasta pronto.
Amorosamente,
MARÍA PAULINA
...
Conoce nuestro amado hogar animal: https://www.mariapaulina.co/hogaranimal
Comments